Análisis del cuadro "Muchacha con Mandolina"

Se trata de un cuadro pintado entre los años 1910-1912, perteneciente a la etapa del cubismo conocida como “cubismo analítico”, y realmente se trata de un retrato de Fanny Tellier.

La atención se centra en el objeto, pero solo en su forma, no en su color, por eso hay cierta tendencia a la severidad cromática, con el uso de los ocres y los grises. El fondo y las figuras se unifican en su tratamiento, acentuando así el carácter autónomo del cuadro, lejos de la ilusión de profundidad de la perspectiva tradicional. También se produce la pérdida de la noción de volumen.

La muchacha aparece posando sentada, mirando al espectador, pudiendo distinguirse con claridad la mandolina. Los planos se cortan por líneas quebradas que se diferencian en tonalidades verdes y amarillas. Las manos, grandes están entrelazadas, colocadas muy en primer plano, como si fuesen un escorzo, que suscitan en cambio una sensación apacible.

Representa los objetos y las figuras al mismo tiempo de frente y perfil, por eso las mujeres con narices junto a las orejas o los ojos puestos de frente en sus perfiles. Pretende así crear una sensación del continuo movimiento de todas las cosas. Pero no es este su único sistema. Los emplea a todos. Picasso entra a partir de ahora en una fase de su pintura mucho más grave y cuyas repercusiones serán capitales en la historia del arte moderno. Conoce a Braque, que será el compañero necesario y brillante que le permitirá hacer del cubismo una aventura coherente y rica en realizaciones de primera categoría.

El período «cezanniano», que dura hasta principios de 1910, abarca, tratándose de Picasso, lo que se llama su período “negro”, que anuncia ya ciertos aspectos expresionistas que se desarrollarán luego en su obra postcubista, y una invención lírica que le lleva a los confines de la abstracción, apareciendo el primer ejemplo de collages, del que Picasso hará mucho uso, así como de los “papiers colléss” inventados por Braque. En esta época pintará La chica de la mandolina, (1909).

Este cuadro lo encuadraríamos en el llamado Cubismo analítico ya que es una pintura que “analiza” un objeto descomponiéndolo en distintos planos.

En este caso analiza a una mujer con una mandolina a base de planos superpuestos intentando mostrar la imagen desde todos los puntos de vista, mostrando lo más posible en la figuración: lo esencial y lo anecdótico. La gama de color es en amarillos ocres y grises.

El cuadro se encuentra en el MOMA de Nueva York

Posteriormente cambiará su forma de representar los objetos con el llamado cubismo “sintético”, en el que se anula todo efecto de volumen. Picasso vuelve a hallar su sentido del color y una fantasía que la austeridad de las obras realizadas en los años anteriores había disimulado. 

En 1914. Pintará de nuevo el mismo tema “Mujer con mandolina” desde esta nueva perspectiva cubismo sintético donde hay un interés mayor por mostrar las imágenes con planos más amplios y un colorido más variado y rico que permite sintetizar los elementos más relevantes de las figuras.